La mano humana es un órgano de prensión, sensibilidad, expresión y comunicación extremadamente adaptable. En la mano, la piel, los músculos, los tendones, los nervios, los vasos, los huesos y las articulaciones forman una estructura compleja e integrada con la cual los seres humanos pueden explorar su entorno y cuidar de sí mismos.
La mano es importante como herramienta y como órgano de la sensibilidad, y puede decirse que la función primaria del miembro superior es poner en posición la mano en el espacio. Por lo tanto las lesiones del miembro superior tienen un impacto directo sobre la función, la sensibilidad y el movimiento de la mano. El miembro superior está sujeto a la influencia de las fuerzas del medio y se lesiona fácilmente.
Tales lesiones ( domésticas, industriales, deportivas y por accidentes de tráfico) rompen el delicado e intrincado equilibrio anatómico de la mano, estructuralmente compleja y funcionalmente adaptable, y pueden ser devastadoras para la vida de la persona.
Para muchos pacientes, como los obreros, los músicos, los carpinteros, los cirujanos, los dentistas… la pérdida de la función de la mano significa la pérdida de la carrera. Sin embargo, los progresos en la microcirugía, los antibióticos, las técnicas de fijación ósea y reparación tendinosa han conseguido que los cirujanos obtengamos mejores resultados que maximizan la función y reducen la incapacidad en los pacientes con lesiones de la mano.