Los miembros superiores son instrumentos fundamentales con los que los seres humanos interactuamos con el medio exterior, y por esa constante interacción a menudo sufren traumatismos y lesiones de distinta índole. Capaces de generar una gran fuerza y de proporcionar una destreza exquisita, son herramientas versátiles y extremadamente adaptables a la ejecución de tareas, la sensibilidad y la expresión.
Por esta razón, aun lesiones pequeñas pueden causar incapacidades significativas y las lesiones más graves pueden convertirse en eventos que cambian la vida, terminan con la carrera profesional del paciente o limitan su capacidad para desempeñar una vida independiente.
Valga como ejemplo el síndrome de hombro doloroso, tercera causa de consulta más frecuente por patología osteoarticular en atención primaria, por detrás de la lumbalgia y la cervicalgia.
De estas consultas, entre el 70 y el 85% son debidas a patología del manguito de los rotadores, más frecuente en mujeres y en el rango de edad entre los 45 y 65 años, (si bien puede manifestarse en otras franjas de edad, con frecuencia asociada a ciertas actividades laborales y/o deportivas) provocando una gran interferencia en el descanso nocturno del paciente y en actividades tan fundamentales como el vestido y el aseo personal.