La tasa de malos resultados tras cirugía de Ligamento Cruzado Anterior (LCA) oscila según las series publicadas entre el 10 y el 25%.
La causa no traumática más frecuente de fracaso de la cirugía de reconstrucción del LCA de la rodilla es la mala ubicación de los túneles óseos, fundamentalmente la del túnel femoral (por colocación de este demasiado anterior o demasiado vertical), seguida por una fijación deficiente del injerto, una tensión insuficiente de la plastia y un infradiagnostico de lesiones asociadas.
Más importante que la técnica quirúrgica elegida, es que esta se realice correctamente y por un equipo con experiencia.