El pulgar asume el 40% de la función de la mano y la articulación trapeciometacarpiana es la más importante de su complejo osteoarticular.
Su biomecánica nos permite realizar pinza entre el pulgar y los dedos largos así como llevar a cabo una empuñadura o agarre potentes.
Cualquier proceso patológico que altere esta articulación puede tener una importante repercusión funcional en las actividades de la vida diaria, e incluso ser causa de incapacidad sociolaboral.
En este caso vemos reducción abierta y osteosíntesis de fractura intraarticular conminuta de la base del pulgar con un buen resultado.