El lipoma arborescente o lipomatosis sinovial es una lesión generalmente intraarticular, muy poco frecuente , que afecta al tejido sinovial. Se presenta característicamente en pacientes entre la quinta y la sexta década de la vida, aunque se han descrito casos en niños. Es muy habitual que permanezca sin diagnosticar durante largos periodos de tiempo debido a la similitud de síntomas que presenta con la artrosis o ,en aquellos casos de presentación poliarticular ,con las artropatías inflamatorias. La resonancia magnética es la prueba diagnóstica de elección ya que la imagen es patognomónica y evita la realización de biopsia. El diagnóstico de certeza es histológico.
La localización más frecuente es la rodilla, concretamente el receso suprapatelar. Habitualmente es unilateral, aunque en un 20% de los casos puede ser bilateral. La clínica más habitual del lipoma arborescente es el aumento de tamaño no doloroso de la articulación afectada de largo tiempo de evolución. Conforme pasa el tiempo aparecen dolor y derrame articular debido al incremento de la superficie de tejido sinovial. En función de la región anatómica en la que se sitúe es posible que las vellosidades sinoviales engrosadas queden atrapadas entre las superficies articulares, causando exacerbación de los síntomas.
También se puede presentar como una masa palpable con restricción de movimiento y dolor. La exploración física muestra el aumento de tamaño de la articulación que suele ser de consistencia blanda. En ocasiones es posible palpar una masa. Las pruebas de laboratorio característicamente son normales excepto la velocidad de sedimentación globular, que puede estar ligeramente elevada. El aspirado de líquido articular revela un fluido claro, negativo para cristales, células o microorganismos. Puede ser hemático, sobre todo en pacientes ancianos .
Los principales diagnósticos diferenciales se establecen con la sinovitis vellonodular pigmentada, el hemangioma sinovial y la condromatosis sinovial. El tratamiento de elección es la sinovectomía, ya sea abierta o artroscópica. No se han descrito recurrencias de este proceso, aunque si puede persistir el derrame articular.
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