PROPIEDADES DEL PRP:
- Adhesivo biológico. Formación de un andamio provisional para la migración de células madre y primarias y diferenciación de las mismas.
- Coagulación y hemostasia.
- Estimulación de la angiogénesis.
- Cicatrización de heridas.
- Restauración intraarticular de ácido hialurónico.
- Aumenta la síntesis de glicosaminglicanos, de condrocitos y colágeno.
- Antiinflamatorio.
- Analgésico.
Riesgos en el uso de PRP y sus limitaciones:
No se debe utilizar el tratamiento con PRP en pacientes que sufren trastornos en la coagulación o que estén utilizando anestésicos locales.
Existe contraindicación del uso de este tipo de tratamiento en mujeres embarazadas (o en fase de lactancia) ni en pacientes con un número de plaquetas inferior a 100 x 103 plaquetas/μl.
Se pueden sufrir dolores locales o eritemas después de la infiltración, esto es debido a los mediadores de la inflamación.
Los riesgos comunes son los mismos de cualquier inyección: infección local, daño neurovascular, etc.
Aplicaciones clínicas:
Las aplicaciones del PRP son muy diversas. Hace años se utilizaba como coagulante, sellante y compactante de injertos óseos en cirugía. Además, eran empleados con el fin de acelerar la consolidación ósea o contribuir en los retardos de consolidación. En los últimos años, se están generando nuevas terapias basadas en el potencial regenerativo y antinflamatorio de los factores de crecimiento de las plaquetas.
Desde hace más de diez años que se utiliza el tratamiento del PRP en la medicina deportiva: lesiones musculares, tendinosas, ligamentarias; así como en trastornos degenerativos: artrosis, condropatías y problemas de cicatrización
En las lesiones crónicas, el objetivo es tratar de activar el proceso reparativo que se encuentra estancado. Por otro lado, en las lesiones agudas, buscamos la aceleración de la reparación que ya está en marcha, acortando así los plazos de la curación.
En la actualidad, la mayoría de las aplicaciones en medicina deportiva se podrían agrupar en cuatro categorías: tendinopatías crónicas, lesiones musculares, lesiones ligamentarias agudas y uso intraoperatorio. Mención aparte merecerían las enfermedades articulares degenerativas.
- TENDINOPATÍAS/ENTESOPATÍAS CRÓNICAS:
- Tendinitis del codo: Epicondilitis (codo de tenista) y Epitrocleítis (codo de golfista).
- Tendinopatía de Aquiles.
- Tendinopatía rotuliana (rodilla del saltador).
- Fascitis plantar.
- Tendinosis del supraespinoso.
- Entesitis de abductores.
- LESIONES MUSCULARES.
- LESIONES LIGAMENTARIAS AGUDAS:
- Ligamento colateral medial de la rodilla.
- Complejo ligamentoso colateral externo del tobillo.
- USO INTRAOPERATORIO DEL PRP:
- Reparación aguda del tendón de Aquiles.
- Reparación del manguito robador del hombro.
- Reparación aguda de cartílago articular.
- ENFERMEDADES ARTICULARES DEGENERATIVAS (ARTROSIS).
El tratamiento con PRP para las lesiones degenerativas articulares se encuentra todavía en desarrollo. Se busca frenar la progresión del proceso degenerativo articular y disminuir la sintomatología local que dicho proceso produce en el paciente.
En pacientes con poca afectación articular, se están obteniendo buenos resultados debido al efecto condroprotector y restaurador del equilibrio fisiológico que aporta esta nueva terapia. Las investigaciones orientan en el sentido de retraso del avance de la enfermedad.
La eficacia clínica del PRP en la articulación es atribuida a varios efectos:
- Efecto anabólico en el metabolismo del cartílago.
- Bloqueo en la degradación del mismo.
- Restitución del ambiente fisiológico en la articulación inhibiendo la inflamación y disminuyendo el dolor.
Al valorar los síntomas que produce la artrosis, usando escalas validadas, se puede observar que el 61 % de los pacientes experimentan una significativa disminución del dolor y cierta recuperación de su capacidad de movimiento.
En los casos en los que se aprecia líquido sinovial inflamatorio, al realizar la artrocentesis (evacuación del exceso de líquido que existe en el interior de una articulación) e introducir el PRP, este actúa sobre la membrana sinovial y los sinoviocitos, estimulando la producción de ácido hialurónico y otras moléculas bioactivas. El resultado de estos cambios es la mejora de la calidad del líquido sinovial y la disminución de la inflamación y del dolor.